Vale, es cierto que nunca debemos comprar un libro porque su cubierta nos parece más o menos bonita ni un vino por su etiqueta, pero el aspecto que los productos ofrecen es siempre lo primero que nos entra por los ojos y, por lo tanto, algo que tenemos en cuenta a la hora de decantarnos por uno antes que por otro.
El packaging es el arte o la ciencia de incluir cierto producto en determinado envase para su almacenaje y venta. La mayoría de marcas comienzan muy fuerte con la promoción de un nuevo producto, pero cuando llegan al diseño del packaging, muchas se estrellan. El diseño del envase es uno de los aspectos más importantes: es lo que más comunica en el punto de venta y es lo que ven tus potenciales clientes cuando están en disposición de comprar, nada más y nada menos.
Cada vez son más las bodegas que consideran que el cuidado de su imagen es casi tan o más importante como la calidad el vino que elaboran. Por ese motivo, muchas imprimen su etiqueta con diseños o fuentes que van más allá del nombre del mismo vino o de la denominación de origen, por ejemplo, creando, diseños originales y espectaculares que podrían ilustrar ellos solos la marca en sí.
1. Vi Laltre. Tinto de la bodega Lagravera, de la D.O. Costers del Segre. El Estudio Dorian diseña una etiqueta de lo más original: una cara “doble”. En ella se nos presenta la cara de un hombre joven, símbolo de la juventud, de la fuerza, de la creatividad; pero si le damos la vuelta a la botella, veremos la cara de un hombre adulto, rudo, símbolo del conocimiento, de la experiencia, del retorno a los origenes. Así es este vino de La Gravera, fusión de la juventud con la artesanía de lo tradicional.
2. Xixarel·lo. Es un vino blanco joven monovarietal de Xarel·lo elaborado por la bodega Martí Serdà. El packaging de este vino procede de la mente del diseñador Albert Vrigili. El diseño viene impreso directamente en la botella, y lo que más destaca es aquello que la adornan: 77 insultos en catalán que conseguirán entretenerte durante un buen rato.
3. Cava Privat. Nos desviamos un poco para hablar de botellas, pues no siempre son las etiquetas las protagonistas. Este podría ser el caso de los cavas de la bodega Alta Alella y sus marcas Laietà, Mirgin y Opus Evolutium, cuyas botellas alargadas, para nada parecidas a las botellas de cava tradicionales a las que estamos acostumbrados, denotan elegancia y acentúan el factor diferencial de sus cavas.
En el arte del packaging no sólo influye el diseño, sino que también nos vemos arrastrados por el sentido del humor, el juego de palabras y los conceptos originales, todos usados en las estrategias de marketing en la comunicación y promoción de las bodegas a través de sus vinos.