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Como vimos en el post Vino y Arte: El Cine, cuando traspasa la gran pantalla el vino también es capaz de protagonizar historias de amor o dramas familiares capaces de enganchar a cualquier desentendido del tema. Pero, además de los metrajes, el vino también sabe empapar muy bien el papel. La literatura, otro de los grandes entretenimientos de la humanidad, también sabe compartir su protagonismo con las uvas y el mundo de la viticultura.

Dicen que cuanto mejor es un libro, mejor sabrá el vino con el que acompañamos este enriquecedor pasatiempo, y viceversa. Porque si ya resulta delicioso acompañar una buena novela con una buena copa de vino, todavía lo es más si la novela en cuestión lo tiene como personaje importante.

A continuación os ofrecemos una selección de novelas donde el vino cumple un rol fundamental.

1. El hijo de la vid, de Carlos Clavijo. Empezamos nuestra lista con un autor español. Clavijo sitúa la acción en La Rioja de finales del siglo XIX y la crisis que arrasó los viñedos de estas tierras. Miguel, el protagonista de la historia, es un joven cuyo mayor deseo es elaborar un buen vino, enérgico y con cuerpo, viéndose obligado a superar todo aquello que se pone en su contra, como el amor que siente por una mujer para él inalcanzable o la enorme barrera que supondrá enfrentarse al hombre más poderoso de la zona.

2. La Bodega, de Noah Gordon. Y seguimos es España, concretamente en Cataluña. Para esta novela de ficción dramática, Noah Gordon crea el personaje de Josep Álvarez, un viticultor que se ve obligado a huir a la Francia de finales del siglo XIX por culpa de la Guerra Civil entre carlistas y liberales que sacudía el país. En Laguedoc, Josep conoce el arte de la elaboración del vino por parte de un viticultor francés. Tiempo después, decide volver a su país para emprender la aventura de crear su propia bodega.

3. Las uvas de la ira, de John Steinbeck. Ambientada en la década de los 30, época en que E.E.U.U sufre una gran crisis económica tras el crack del 29, narra las dificultades de la familia Joad en su éxodo desde Oklahoma hacia California en busca de mejores condiciones de vida, un proceso de migración por el cual los pequeños productores agrícolas eran expulsados de sus tierra por cambios en las condiciones de explotación de las mismas y obligados a viajar a este estado, donde el tipo de agricultura requería mano de obra durante la cosecha. Cuenta con su propia versión cinematográfica.

4. La guerra del vino, de Don y Petie Kladstrup. Para los amantes de las historias anónimas de la Segunda Guerra Mundial, esta novela narra las peripecias de viticultores y amantes del vino que urdieron todo tipo de técnicas para salvaguardar sus preciadas botellas del saqueo de los nazis.

5. La sangre de la viña, el nombre que recibe la serie de Jean Pierre Alaux y Noel Balen. Este serie tiene como protagonista el enólogo y detective Benjamin Cooker y está formada por los libros “Muerte entre los Viñedos”, que narra el misteriosos asesinato de un matrimonio anciano que trabajaron toda su vida en la vendimia para el vino blanco más famoso de la bodega Château d’Yquem; y “La misteriosa botella de Petrus”, que nos acerca al interesante mundo de los vinos y nos cuenta, de forma humorística, la investigación de asesinatos relacionados con crímenes perpetrados durante la Segunda Guerra Mundial.

6. Un viñedo en la Toscana, de Ferenc Máté. En esta novela los protagonistas son el mismo escritor y su pareja Candance Máté, que hartos del estrés que sufren en Nueva York, deciden trasladarse a la Toscana. Una vez allí, Máté decide apostar por el negocio del cultivo de las viñas. Sin embargo, no será tarea fácil, ya que tendrá que convencer a su familia para adentrarse en esta aventura, reformar una casa de más de setecientos años, lidiar con los toscanos nativos para conseguir unas buenas tierras (Montalcino, un antiguo monasterio rodeado de potenciales viñedos), y trabajar mano a mano con un equipo de colaboradores para ver su sueño cumplido.

7. Los ignorantes, de Étienne Davodeau. Nuestra última propuesta es una novela gráfica. Dispuesto a aprender de vinos, Étienne hace un acuerdo con Richard Leroy, un apasionado viticultor del bajo Loire, donde se producen los blancos de Anjou: trabajará un año en el proceso de elaboración de vinos y a cambio él le enseñará los trucos de los cómics. Y lo que parece una idea alocada, termina siendo una novela gráfica de luminosa sensibilidad y lograda perspectiva sobre los oficios humanos.

Porque hay novelas que no sólo se han escrito para ser leídas, sino también sentidas (e incluso, catadas).

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